En nuestro cuarto proyecto de
didáctica general, sobre evaluación nos preguntamos lo siguiente ¿Se puede
medir el aprendizaje?, para informarnos sobre el tema y realizamos una
entrevista a Noelia Alcaraz, pedagoga y profesora de la Universidad de Cádiz.
En esta entrevista abordamos
diversos temas a cual más interesante.
Por un lado hablamos de la
diferencia entre calificación y evaluación, pues bien la evaluación atienda al
aprendizaje del niño y la calificación no solo no atiende a dicho aprendizaje,
sino que etiqueta y selecciona a los alumnos desde la etapa obligatoria. Noelia
como otros profesores de la universidad nos enseñan una viñeta muy ilustrativa,
donde una imagen vale más que mil palabras y podemos ver perfectamente este
proceso de selección.
Por otro lado Noelia nos contesta
a la pregunta en sí del proyecto, ¿Se puede medir el aprendizaje?, diciéndonos
que el aprendizaje no se puede medir y que la calificación, ni mucho menos,
refleja lo que hemos aprendido. Ahora, si entendemos por aprender memorizar, la
calificación si lo refleja, pero ¿aprender es memorizar?, pues no, aprender es
transformar las estructuras cognitivas. Podemos medir distancias, velocidades,
volúmenes… pero no aprendizajes, al igual que no podemos medir el amor. Desde
que somos pequeños no hacemos otra cosa que memorizar y memorizar cantidad de
datos que después de realizar un examen olvidamos, creo que todos hemos tenido
casos cercanos de compañeros que se quedaron atrás por no aprobar, por no
memorizar lo que el profesor quería, y seguro que si nos preguntaran a los que
si aprobamos y seguimos estudiando algunas de las cosas que estudiamos por
entonces no nos acordamos, creo que esto prueba que no aprendimos nada en todos
esos años, que solo recordamos lo que el profesor quería durante un corto
periodo de tiempo, y que no lo aprendimos porque no estábamos involucrados en
nuestro aprendizaje, éramos sujetos pasivos.
Noelia también nos cuenta que las
calificaciones restan creatividad, transparencia, espontaneidad… debido a que
los alumnos están obsesionados con entregarle al profesor lo que le guste, no
dicen lo que realmente piensan por miedo a la penalización. Con lo cual las
clases, como también dice Paco Espadas, se convierten en teatros, donde todos
dicen lo que el profesor quiere oír, teniendo como consecuencia entorpecer la
enseñanza y el aprendizaje.
Noelia nos dice que en la vida,
en el día a día, evaluamos, pero no ponemos notas. Y si tenemos un problema lo
que hacemos es hablarlo, y utilizamos la comunicación como herramienta clave, y
una vez que conocemos el problema indagamos, intervenimos y mejoramos la
situación. Llegando a la conclusión de que esto es lo que deberíamos de hacer
en la escuela, hablar con nuestros alumnos, preguntarles, hablar con sus
familias, y a través de la comunicación mejorar el aprendizaje del niño y el nuestro.
Por último hablamos del
portafolio, el cual puede ser tanto un método de evaluación como de
calificación. El portafolio es una herramienta que se le puede sacar o no mucho
partido, todo depende de las manos en la que caiga. Un profesor con unas ideas
potentes puede hacer maravillas con el portafolio y otro con ideas totalmente
tradicionales lo puede utilizar para calificar cada paso que da el niño.
Aquí os dejo el enlace con la entrevista en vídeo a Nolia Alcaraz: